ACERCA DE

“No somos grupo, devenimos grupo. 
Y la posibilidad de ese devenir hay que construirla”

 

Patrimonio Comunitario es un programa cultural desarrollado por Écfrasis junto al Centro Cultural de España. Está dirigido al desarrollo de actividades, acciones y recursos que reflexionen sobre el patrimonio cultural en vinculación con sus distintas comunidades.

Patrimonio Comunitario entiende el patrimonio cultural como un fenómeno complejo, en que intersectan múltiples personas, comunidades y disciplinas. A raíz de ello, es que la multiplicidad de voces dentro del programa resulta de suma importancia para su desarrollo,  pretendiendo ampliar y diversificar cuestionamientos tales como: ¿Cuál es la labor del Estado frente al patrimonio? ¿Existen políticas de resguardo de nuestra memoria? ¿Qué piezas forman parte de las colecciones de los principales museos y archivos en nuestro país? ¿De qué manera nos vinculamos con los objetos que guardamos? ¿Qué guardo y qué elimino? ¿Qué vinculación existe con los medios digitales en comparación con la preservación material? ¿De qué forma interviene la comunidad en la catalogación de patrimonio? ¿Es posible entender la patrimonialización como un proceso de emancipación social?, ¿Qué entendemos por patrimonio natural?, ¿Es posible considerar la patrimonialización como una estrategia de resguardo y conservación de nuestro medio ambiente?, éstas y tantas otras interrogantes han surgido y continúan activas dentro de la programación anual.

Desde los primeros procesos de colonización, la adquisición –por medio de saqueos– de diversos elementos se transformó en una estrategia de soberanía de un pueblo (colonizado) por sobre el otro (colonizador). Miles de saqueos, exterminios e implantaciones ideológicas se desarrollaron en aquellos lugares; muchos elementos eran extraídos (dislocados) y a su vez, eran insertados unos nuevos. Como es de suponer, el objeto por sí mismo, no sólo tenía una connotación material, sino que a través de ellos existía una visión de mundo que representaba a cada pueblo (colonizado y colonizador), por lo cual, dichos movimientos, se transformaron en estrategias de dominación y aprehensión. Esta misma estrategia se percibe claramente con la creación de los primeros museos en la época napoleónica, donde el emperador llevó a cabo el saqueo de múltiples piezas de culturas ajenas a la suya, con el objetivo de obtener simbólicamente diversas naciones y culturas bajo su poder. No resulta azaroso que justamente los primeros y más importantes museos fueron gestados bajo este panorama, donde un gran número de colecciones de arte, artesanía, objetos antropológicos o científicos, fueron obtenidos por medio de la usurpación. A pesar de que la noción de museo –por extensión la de patrimonio, colección y archivo– se gesta en un panorama de múltiples complejidades, actualmente nos enfrentamos a nuevas visiones sobre éste. Entendiendo el museo como un espacio que alberga una colección o archivo, con el objetivo de preservar un fragmento de nuestra memoria y cultura. Cabe mencionar que no sólo el museo se transformaría en uno de los primeros antecedentes para la conformación de colecciones y archivos, sino que también es posible hallarlas en las primeras galerías privadas de burgueses, en los gabinetes de curiosidades o en las bibliotecas privadas y públicas. Actualmente, el tema del coleccionismo logra atravesar diversas disciplinas y ámbitos, por ejemplo la creciente academización universitaria ha generado una gran cantidad de repositorios que alojan paper, tesis y artículos del cuerpo docente y de sus alumnos. Por otro lado, dentro de nuestra cotidianeidad, el creciente aumento de aparatos telefónicos con excelente cámaras, a gestado un aumento en la producción fotográfica, las cuales pueden ser guardadas de forma autónoma e independiente por cada usuario, o incluso, por medio de aplicaciones destinadas a archivar, ordenar, organizar y visualizar dichas imágenes. La acción de coleccionar y/o archivar –además de la relación con el poder– ha existido desde el comienzo de nuestra existencia, donde la apropiación de un objeto externo a nuestra cuerpo (casi siempre) responde a una vinculación afectiva con un determinado elemento. Quien colecciona o archiva, tiene un interés particular con su forma o con su simbolismo, mientras que aquello que es coleccionado o archivado, resulta ser un fragmento de la historia, por lo tanto, la decisión de resguardarlo no sólo implica su preservación, sino que a la vez, aquello que está fuera, resulta ser omitido. A partir de lo expuesto es que aseguramos que la conformación de una colección y/o archivo tiene una relación inmanente con el poder, el resguardo de una memoria y cultura y una vinculación afectiva. Todos estos elementos se encuentran atravesados por la amplia noción de patrimonio. Al entender éste como un conjunto de bienes que poseen una valoración individual o colectiva de interés social y cultural, sería posible abrir una inmensa brecha de proyectos artísticos, arquitectónicos, urbanísticos, científicos, literarios, antropológicos que emplean dichas noción para su conformación y articulación.

OBJETIVO GENERAL: Desarrollar una programación de actividades y acciones que reflexione en torno a  las distintas nociones de patrimonio. Para este cometido, analiza, promueve, investiga, activa, difunde diversas colecciones y archivos personales y comunitarios, tanto públicos como privados.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 

  • Analizar las distintas nociones que actualmente se asocian al patrimonio.
  • Entender la implicancia de las comunidades en la patrimonialización.
  • Proveer de un espacio de reflexión para las distintas comunidades que crean, promueven, difunden o investigan colecciones y archivos personales y comunitarios. 
  • Desarrollar instancias de formación (talleres, workshop, charlas,) que permitan formalizar el trabajo en y desde los archivos y colecciones. 
  • Cuestionar los roles del Estado en la definición del patrimonio.
  • Comprender la incidencia de la patrimonialización en el resguardo de la naturaleza y el medio ambiente.

Lineamientos 2020.
El primer año de Patrimonio Comunitario estuvo enfocado en la promoción de propuestas colectivas que han problematizado el concepto de patrimonio desde una perspectiva social y política, con especial énfasis en los movimientos y prácticas culturales surgidas desde y durante el Estallido Social (Archivos y Colecciones de la Resistencia). Una de las principales hipótesis trabajadas durante este año, correspondió a considerar la voz como parte de nuestro patrimonio (Conversaciones y entrevistas).  

 

Lineamientos 2021.
El segundo año de Patrimonio Comunitario estuvo dirigido a la consideración de la voz como patrimonio a través de la promoción y conmemoración de personas (Roser Bru, Osvaldo Aguiló, Guiselle Munizaga), comunidades (CENECA) y políticas (Gobierno de la Unidad Popular) que hayan sido relevantes para nuestra cultura. Además, se incorporó el interés por la formación y profesionalización del campo de los archivos y la colecciones, con el objetivo de nutrir y densificar el compromiso que conlleva estas labores  (Residencia de Investigación Creativa; preguntas al proyecto pregunta). 

 

Lineamientos 2022.
Este año 2022, Patrimonio Comunitario está dirigido con especial énfasis en la comprensión de la colectividad como estrategia de producción de pensamientos y culturas, con especial énfasis en el proceso de patrimonialización y la incidencia de las afectividades en aquellas clasificaciones. A partir de este interés, gran parte de la programación estará enfocada en relevar distintos antecedentes en torno a la co-creación, al trabajo colectivo y a las vinculaciones como método de un hacer común.